34 Aniversario
Constitución Española
6 de diciembre de
2012
Hace treinta y
cuatro años, tras cuatro décadas privados de libertad, los españoles
construimos el marco para la convivencia por el que habían trabajado varias
generaciones de demócratas: La
Constitución de 1978.
Una Constitución
que garantiza los derechos y libertades de todos los ciudadanos, y que ha sido
fundamental para el desarrollo integral de España.
Una Constitución
abierta, capaz de incluir a todos, de amparar las distintas concepciones
ideológicas y de permitir una efectiva alternancia de gobiernos de distinto
signo. Una Constitución aprobada por un amplio consenso, que fue concebida como
obra de todos y para todos, que todos debemos defender, y cuya paternidad nadie
puede arrogarse en exclusiva.
Los españoles
debemos sentirnos orgullosos del camino recorrido desde entonces. En estos
momentos tan difíciles, también para las instituciones, el proceso de
elaboración y discusión del texto constitucional es un excelente recordatorio
de que cuando trabajamos unidos en torno a unas metas compartidas somos capaces
de superar grandes dificultades.
Vivimos un
momento de crisis económica global, que en nuestro país es especialmente
intensa; una crisis que ha traído desempleo y precariedad para millones de
trabajadores y trabajadoras, y enormes dificultades para sus familias.
En este contexto,
se están produciendo cambios sustanciales en el Estado del bienestar, que
durante estos años en democracia ha garantizado la cohesión social, la
convivencia y el éxito económico de nuestro país. La Constitución sigue
siendo un referente que debe contribuir a dar respuestas contundentes para
impulsar soluciones diferentes a las que se están adoptando; respuestas que
deben superar los dogmatismos económicos y los dictados del capitalismo especulativo.
El carácter
democrático del Estado de Derecho, consagrado en el Artículo Primero de la Constitución , exige
de los poderes públicos que intervengan para corregir desigualdades y conseguir
la igualdad real entre los hombres y mujeres, así como que defiendan los
valores de libertad, justicia y pluralismo político, y la dignidad de la
persona como el fundamento del sistema.
Como norma de
nuestro tiempo, los preceptos de libertad de conciencia, ideológica o
religiosa, la laicidad o la aconfesionalidad del Estado, están garantizados por
la Constitución
y como tales deben ser respetados de modo efectivo por cualquier Gobierno, con independencia
de la ideología propia del Partido que lo sustente.
Asimismo, la Constitución contiene
el marco normativo del estado Social, comprometido con el acceso de los
ciudadanos a unas condiciones de vida dignas, a través de la educación, la
salud, el trabajo y la vivienda, para garantizar la cohesión y la equidad.
Frente al fracaso
de las políticas económicas que la crisis global ha puesto de manifiesto, los
socialistas consideramos que la dimensión social que define nuestra
Constitución legitima la intervención de los poderes públicos, la regulación y
la supervisión pública en base al interés social que no debe disociarse de la
dignidad humana.
Nuestra
Constitución proclama “el derecho y el deber al trabajo” y que, “los poderes
públicos de manera especial, realizarán una política orientada al pleno empleo”
y sitúan al empleo como prioridad. Por ello la creación de empleo y la lucha contra
el paro son nuestro compromiso y nuestra prioridad, y un imperativo
constitucional.
Nuestra
Constitución afirma que “los poderes públicos garantizan el derecho de todos a
la educación”, “siendo la enseñanza básica obligatoria y gratuita” y dispone
que “los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y
técnica en beneficio del interés general”. Los socialistas creemos básico el fortalecimiento
de la enseñanza pública, la mejora de la cohesión y la calidad del sistema.
Nuestra
Constitución establece “el derecho a la vivienda y la utilización del suelo de
acuerdo con el interés general para impedir la especulación” y reconoce “el
derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado” con el fin de proteger y
mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
Nuestra
Constitución reconoce “el derecho a la protección de la salud” y a “mantener un
régimen de seguridad social para todos los ciudadanos que garanticen la
asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad”.
En el marco de
nuestra Constitución se ha desarrollado un Estado autonómico que es la base del
bienestar de nuestro país, y la clave de la reducción de las enormes desiguales
que existieron en el pasado entre las diferentes regiones españolas. El modelo autonómico
ha ido avanzando y desarrollándose, adaptándose a los tiempos, mejorando su
funcionamiento y progresando a través de las diferentes reformas estatutarias.
Ahora ha llegado
el momento de que el principal marco regulador de ese Estado autonómico
evolucione. Por eso, para avanzar en el autogobierno de las actuales
Comunidades Autónomas, los socialistas queremos mejorar la Constitución. Necesitamos
crear, ahora más que nunca, un nuevo marco jurídico en el que todos los
integrantes del Estado se sientan cómodos y reconocidos en sus especificidades.
Para ello, consideramos que es fundamental abrir un amplio proceso de diálogo,
que debe estar presidido por los mismos valores de responsabilidad, generosidad
y lealtad que inspiraron la
Transición.
Felicitémonos hoy
por los treinta y cuatro años de convivencia en paz, libertad y democracia que,
amparados bajo el paraguas de la Constitución de 1978, hemos disfrutado los
españoles; y construyamos, más pronto que tarde, una Europa unida, fuerte y cohesionada
en lo político y económico. Una Europa que vele con decisión por los intereses
de los Estados miembro y de sus ciudadanos. Una ciudadanía europea que tenga
como cimientos todo lo que nos une, y donde nuestros jóvenes sean protagonistas
del presente y del futuro.
El PSOE aborda
este momento con energía renovada para superar la grave situación que vive
España, decidido a afrontar los desafíos desde el espíritu de diálogo y
consenso con que fue posible elaborar, hace treinta y cuatro años nuestra
Constitución. Invitamos por ello al resto de fuerzas políticas, a las
instituciones y a los agentes económicos y sociales al diálogo, al acuerdo y al
pacto para defender el Estado del Bienestar, impulsar el crecimiento económico
y el futuro de España.
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